Hable sistemáticamente de sus temores,pues ya el hablar
de ellos es tranquilizador.Un miedo no expresado puede
acumular tensiones cada vez mayores y hacer aparecer
otros síntomas como el insomnio.El temor invade y crece.
La señora M.,de 35 años,casada,a perdido cabello luego
de la quimioterapia : “ Cuando comprobe que estaba
perdiendo mi cabello,quede petrificada .Temía que me
volviera a crecer,y que mi marido ya no me considerara
atractiva.Me sentia apenada y no me atrevia a comentarle.
En la noche no podia dormir.Me costaba rehacer mi vida
normal,tan solo no soportaba mi imagen en el espejo y
me aislaba mas y mas.Dolores de cabeza y estomago casi
todo el tiempo.No me sentí mas tranquila hasta cuando
por fin pude hablar con mi marido.Juntos salimos a comprar
una peluca”
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